Somos el resultado de las pequeñas elecciones que tomamos en el día a día. Estas, de manera inconsciente, son precedidas por el grupo de pensamientos que sostenemos a cada momento y todo en conjunto (pensamientos y acciones), determinan nuestras manera de ser y preferencias.
En este mismo sentido, los perfumes que elegimos son una declaración que damos al mundo de quiénes somos, tal como la ropa que utilizamos, éstos en cierto modo reflejan la manera en la que nos percibimos y, a su vez, nos sirven de carta de presentación, otorgándole a aquellos con los que interactuamos señales de nuestro temperamento, personalidad y gustos.
No en balde la industria de la perfumería es un negocio multimillonario que crece de manera exponencial año tras año. Son muchos los esfuerzos que se aplican a nivel tecnológico y creativo en este campo y si bien el mercado está lleno de opciones que en definitiva son capaces de satisfacer todos los gustos, exigencias y presupuestos, en ocasiones nos gustaría tener mayor control sobre los productos que utilizamos.
Bien sea porque no logramos encontrar ese aroma que de justo en el clavo con lo que estamos buscando, porque nos asusta el leer las etiquetas de las fragancias y descubrir que somos incapaces de pronunciar la mitad de los ingredientes que le componen o por curiosidad y amor al desarrollo de nuevos conocimientos y capacidades; en cualquier caso, nos hemos hecho la pregunta de cómo puedo realizar un perfume en casa.
Los perfumes caseros son una buena alternativa para resolver todos estos problemas, puesto que nos ayudan a ejercer una mayor autonomía sobre la imagen que deseamos proyectar al exterior, permitiéndonos escoger el acorde olfativo a voluntad. Lo mejor de todo es que los podemos hacer tan ecológicos o económicos como lo deseemos, protegiendo así nuestra salud, el medio ambiente y los bolsillos; incluso, podrían resultar en un potencial emprendimiento que no sólo nos permita ahorrar algo de dinero, sino que además nos genere nuevos ingresos inesperados.
Quizás después de leer todas estas ventajas potenciales, te estés cuestionando con mayor seriedad el realizar tu fragancia en casa, y es por ello que te traemos una guía paso a paso de cómo realizar tu propio perfume, con la finalidad de que lleves a cabo tus planes de la manera más sencilla y apropiada para ti.
Consideraciones Iniciales
Antes de comenzar con nuestro pequeño, pero grandioso experimento, hay ciertos puntos que debemos tener presentes, pues nos permitirán una visión más amplia del camino que debemos recorrer antes de llegar a la meta que nos hemos planteado.
[su_box title=»Lo primero a tomar en cuenta» style=»soft» box_color=»#910085″ title_color=»#ffffff»]Un perfume no es simplemente la combinación de distintos ingredientes que huelan bien, es más el resultado de la estructuración de uno o más acordes olfativos, basados en un equilibrio respecto a la estabilidad química de sus materias primas y la relación que se desprenda de la interacción de las mismas con el aire y con la química corporal.[/su_box]
[su_box title=»Los acordes olfativos se generan a partir de la reunión de tres o más notas olfativas» style=»glass» box_color=»#910085″ title_color=»#ffffff»]Cuyo origen y proporciones dependerán totalmente de nuestra creatividad y experimentación. Aunque no hay reglas rígidas en este sentido y absolutamente todo es válido, sí habrán algunas líneas generales que nos puedan ser de utilidad al momento de planear nuestros acordes.[/su_box]
[su_box title=»Si bien para realizar un perfume en casa no requerimos convertirnos en narices expertas» style=»bubbles» box_color=»#910085″ title_color=»#ffffff»]Hay que tomar en cuenta nuestra capacidad olfativa puesto que según nuestros hábitos, esta se puede ver mermada. Por ejemplo, en personas muy fumadoras la percepción de algunos aromas puede resultar nula, por lo que si éste es tu caso, quizás mantenerte alejado de los cigarrillos por unos días pueda resultar de utilidad.[/su_box]
[su_box title=»Debemos tomar en cuenta el lugar de trabajo a utilizar» style=»noise» box_color=»#910085″ title_color=»#ffffff»]Las condiciones ideales son lugares con una humedad neutra, aire templado e inodoro de ser posible; en caso contrario, al menos tendremos que jugar con los lugares de la casa y los horarios, evitando a toda costa momentos del día en los que se realicen comidas cuyos aromas puedan interferir olfativamente.[/su_box]
[su_box title=»Es recomendable abstenerse de usar fragancias corporales olorosas al momento de la preparación y de las pruebas olfativas» style=»noise» box_color=»#256d05″ title_color=»#ffffff»]Evitando de este modo cremas y productos para el cabello con aroma, puesto que los mismos pueden interferir con la percepción. Sin embargo, existe una posibilidad de ignorar esta sugerencia, en caso de que el perfume a realizar sea para uso personal e intentes verificar la manera en la que éste va a interactuar con dichos olores. Aun así puede ser más conveniente realizar esto durante una segunda prueba sobre la piel.[/su_box]
[su_box title=»No se debe inspirar directamente del frasco» style=»soft» box_color=»#256d05″ title_color=»#ffffff»]Puesto que esto merma considerablemente nuestras capacidades de percepción, para ello utilizaremos papel secante. Del mismo modo, en caso de utilizar alcohol como diluyente, se debe asegurar, por este mismo motivo, de que se haya evaporado del todo antes de olfatear el secante.[/su_box]
[su_box title=»Es ideal que el papel secante a utilizar durante las pruebas sea delgado y con punta aguda» style=»soft» box_color=»#256d05″ title_color=»#ffffff»]Ello se debe a que poco grosor facilitará la evaporación de los ingredientes más volátiles, permitiéndonos percibir las distintas fases (según sea el caso) de manera más fidedigna y una punta aguda será más cómoda para introducir en botellas de boca o cuello angosto.[/su_box]
[su_box title=»Al momento de realizar las pruebas sobre secantes» style=»soft» box_color=»#256d05″ title_color=»#ffffff»]Es recomendable utilizar soluciones diluidas con la finalidad de evitar sobrecargas olfativas y fatiga del olfato. Sin embargo, cuando realices este paso, ya debes tener claro el tipo de diluyente que utilizarás.[/su_box]
[su_box title=»Se debe evitar hacer pruebas consecutivas con diferentes mezclas» style=»soft» box_color=»#256d05″ title_color=»#ffffff»]De realizar varias en un mismo día, se deben dar pausas de al menos unos 20 minutos entre cada olida para que la mucosa pueda descansar.[/su_box]
[su_box title=»Se debe evitar hacer pruebas consecutivas con diferentes mezclas» style=»soft» box_color=»#256d05″ title_color=»#ffffff»]Hay que tomar precauciones con los materiales cristalinos y pulverizados, puesto que puede resultar un riesgo para la integridad de nuestra salud, por lo que se debe evitar olerlas si no han sido diluidas, ya que podrías aspirar partículas que resulten perjudiciales para el sistema respiratorio.[/su_box]
[su_box title=»La olfacción debe ser lo más eficientemente posible en la menor cantidad de tiempo» style=»soft» box_color=»#ef6108″ title_color=»#ffffff»]El olfato se adapta fácilmente a los olores que se mantienen fijos durante cierto tiempo y estos comienzan a pasar inadvertidos.[/su_box]
[su_box title=»Evitar todo tipo de distracciones» style=»soft» box_color=»#ef6108″ title_color=»#ffffff»]Táctiles, visuales y auditivas con la finalidad de centrar la atención en el sentido del olfato[/su_box]
[su_box title=»Al realizar la prueba sobre la piel, debemos permanecer con el perfume por unas 24 horas» style=»soft» box_color=»#ef0834″ title_color=»#ffffff»]Para poder observar su comportamiento y, al mismo tiempo, tener una muestra en secante, para tener un control de las interacciones que recaen sobre nuestra química corporal.[/su_box]
[su_box title=»Si durante la prueba sobre la piel sentimos ardor, comezón o notamos enrojecimiento del área» style=»soft» box_color=»#ef0834″ title_color=»#ffffff»]Se debe retirar el producto con agua y jabón, y de notar alteraciones persistentes consultar a un médico.[/su_box]
[su_box title=»Es necesario ser pacientes y estar dispuestos a experimentar cuando creamos un perfume» style=»soft» box_color=»#ef0834″ title_color=»#ffffff»]Hay que tener claro que en más de una oportunidad nos tocará repetir el procedimiento desde cero por no obtener resultados satisfactorios.[/su_box]
[su_box title=»Lo más importante de todo, divertirnos» style=»soft» box_color=»#ef0834″ title_color=»#ffffff»]Si buscamos la manera en la que sea una actividad entretenida, centraremos mejor nuestra atención y es probable que logremos mejores resultados.[/su_box]
Eligiendo el tipo de perfume
Antes de tomar manos a la obra, hay que considerar el tipo de perfume que deseamos, nuestros recursos y necesidades. Puesto que existen múltiples opciones que podemos elegir y cada una requiere la utilización de materiales y procedimientos diferentes. Antes de comenzar, debemos proceder a definir bien los pasos que daremos para asegurar el resultado que pretendemos. Para ello, puede ser de utilidad el realizarse estas 6 preguntas:
En qué familia olfativa se enmarcará la fragancia
La clasificación de los perfumes en familias olfativas es algo muy subjetivo, sin embargo, para ello nos podemos valer del estándar avalado por el Museo Internacional y Comité Francés del Perfume. Aquí se distinguen 7 familias agrupadas según el acorde olfativo dominante, estas son: Floral, Amaderada, Cítrica, Fougère, Chypre, Cuero y Oriental. Así mismo, se pueden realizar combinaciones con subfamilias, que vienen dadas por los matices que acompañen al acorde principal.
La combinación que se puede realizar entre ellas es interminable y todo va a depender de nuestros gustos particulares y de las elecciones de materiales que realicemos en este proceso. Sin embargo, es de utilidad hacer un breve repaso por las familias olfativas para hacernos una idea de qué podemos esperar de cada una.
Los perfumes florales se valen de N cantidad de flores como materia prima, pueden realizarse con éstas en todo su acorde o sólo en alguna de las notas. Según el tipo de flores que utilicemos, el grado de concentración de las esencias aromáticas y los matices asociados podemos obtener desde perfumes muy suaves y angelicales a fuertes y apasionados. Lo ideal si nos decantamos por esta familia es definir claramente el tipo de personalidad que deseamos imprimir en la fragancia y buscar aquellas flores que se adapten a lo que esperamos.
Al igual que los Florales, los perfumes Amaderados pueden resultar contradictorios, ya que suelen variar de muy frescos y ligeros a cálidos y robustos, según el tipo de madera a utilizar. Lo que sí mantienen constante es una sensación de naturalidad y cierta presencia típica.
Por su parte, los cítricos son exuberantes y alegres, energizantes, astringentes y frescos. Ideales para aquellas fragancias primaverales y veraniegas de uso diario y oficinas. Sin embargo, en combinación con ingredientes fuertes como algunos licores, cuero, tabaco o incluso maderas, se puede crear una excelente alternativa nocturna. Sus notas cítricas pueden verse presentes en las tres fases, aunque son más frecuentes en la salida y el corazón debido a su volatilidad entre alta y moderada.
Las únicas familias que tienen un acorde más o menos específico son las Fougère y Chypre, aunque sobre la base de su combinación se pueden añadir nuevos elementos que nos permitan darle toques personalizados. El acorde olfativo de los Fougère es bergamota, madera, lavanda, notas verdes, cumarina y musgo, y el de los Chypre es bergamota, rosa, jazmín, pachulí, ámbar, almizcle y musgo.
La familia de los Cuero es bastante sobria y clásica, en ella se pueden añadir elementos como el tabaco, los ahumados y las maderas. Son, en líneas, generales fragancias más señoriales e incluso con un dejo de oscuridad, ideales para perfumes con gran presencia y los nocturnos. Su medida de intensidad o sutileza va a variar considerablemente con el grado de volatilidad de la materia prima y el carácter de los productos que utilicemos como matizadores.
Los Orientales son perfumes misteriosos, por líneas generales no se encuentran en estructuras monolíticas, sino que suelen evolucionar con el transcurrir del tiempo. Es muy frecuente encontrar algunas especias como los clavos de olor, la vainilla, la pimienta y la canela entre sus componentes, repartidos en sus diversas fases. También es muy propio de estos perfumes verles asociados con un corazón floral y levemente especiado, aunque las combinaciones que puedes realizar son infinitas.
Será apropiada para qué tipo de clima y horario
Para lograr determinar el clima y horario apropiados para el uso de nuestro perfume, es necesario considerar bien el tipo de ingredientes que utilizaremos, su grado de concentración y la proyección y longevidad deseadas.
Ver también: Los 20 Mejores Perfumes De Mujer Para El Verano
Por norma general, algunos ingredientes como los cítricos, las flores blancas como el jazmín, la flor de azahar y la fresia, la menta, el romero, perejil, albahaca y maderas como el pino y el vetiver son elementos frescos y relativamente suaves, que no generan un impacto demasiado fuerte, por lo que la mayor cantidad de éstos caracterizará a los perfumes más inclinados hacia el día, mientras que los ingredientes como el ámbar, el roble, el almizcle, el tabaco, el whisky, ron y brandy en altas concentraciones se orientan más a la noche.
Qué tan intensa se desea que sea el aroma
Cuando decidimos la intensidad del aroma, estamos haciendo una selección del tipo de producto que realizaremos según el grado de concentración de la esencia o aceite aromático a utilizar. A bien saber, un agua de colonia emplea concentraciones de entre 1 y 2 %, el agua de toilette de entre 7 y 10% y el perfume hasta 20% de concentración.
Ello, como ya hemos advertido, va a influir bastante en el tipo de uso adecuado según clima, lugares y horarios, como también en nuestro tipo de piel, puesto que si somos de las personas a las que no se nos fijan los aromas con facilidad, será conveniente preferir el tipo de presentaciones con mayor concentración. Si somos de los que los fuertes olores nos fatigan, entonces aquellas con menor cantidad de concentración serían ideales.
Qué tipo de proyección y longevidad se desea
Estos resultados van a depender en su totalidad del grado de volatilidad de los ingredientes a utilizar, aquellos con alta volatilidad suelen descomponerse rápidamente, pero al mismo tiempo, poseen estelas con mayor alcance, mientras que aquellos con baja volatilidad se descomponen en menor tiempo, por lo que suelen permanecer largamente sobre la piel.
Del mismo modo, el carácter ligero o robusto lo va a dar la personalidad olfativa de la materia prima y la manera en la que estructuremos el acorde.
Se utilizarán productos químicos o será totalmente orgánico
Esto es bastante importante que lo definamos desde un comienzo, porque si bien hay esencias que podemos encontrar en las tiendas que replican los olores de los ingredientes que buscamos (e incluso de perfumes de marcas comerciales), éstas no son necesariamente orgánicas o naturales.
En caso de querer productos orgánicos, puede ser una buena alternativa decantarse por aceites aromáticos, que se identifique como tales o simplemente realizar la extracción de los mismos en casa, asegurándonos así de que cada elemento del compuesto es natural.
También debemos definir el tipo de solvente que utilizaremos, puesto que en la elaboración de perfumes es muy común el uso de alcohol etílico y agua destilada, los cuales son muy fáciles de conseguir para nuestra elaboración casera, pero que siguen siendo químicos. Si lo que buscas es una fragancia poco agresiva con la piel, segura y bastante amigable con la naturaleza y el medio ambiente, quizás quieras decantarte por bebidas alcohólicas como el vodka; aun así, si las bebidas alcohólicas siguen pareciéndote una alternativa poco saludable, siempre puedes usar simple agua de grifo o agua mineral.
El acorde olfativo se desarrollará en fases o será monolítico
De esto también dependerá en gran manera los grados de concentración que utilizaremos en la fragancia y el esquema olfativo a emplear, puesto que los perfumes monolíticos emplean unos 4 o 5 ingredientes que ocupan el 80 % de la fórmula del acorde, mientras que otros ingredientes se reservan en el 20% restante como matices. Este tipo de perfumes permanecerá prácticamente sin variación desde la aplicación hasta su desvanecer.
Si nos decantamos por el esquema de proceso evolutivo en capas o fases, entonces deberemos jugar con la armonía que guarden los ingredientes según su grado de volatilidad. Armando de esta manera el acorde olfativo con un 45 o 55% de notas de salida, un 30 o 40% de notas corazón y un 15 o 25 % de notas de fondo, esta proporción es para diluyentes en concentraciones de entre 12 y 18%, por lo que si utilizaremos cantidades distintas de diluyente, debe realizarse una reconversión por medio de tres reglas de tres en donde cada porcentaje de notas (salida, corazón o fondo) equivalen al porcentaje de concentración del diluyente; entonces con un nuevo porcentaje de diluyente qué cantidad de porcentaje de notas obtendríamos.
En este esquema hay que tomar en cuenta que la idea es que se vayan desarrollando los olores a lo largo del tiempo, por lo que se busca que sus cambios sean sutiles y progresivos. En este sentido, será conveniente tomar los elementos más volátiles como las salidas, los de volatilidad media como las notas corazón y los de volatilidad lenta como fondo. Sin embargo, este es un esquema en el que puedes ir añadiendo elementos a conveniencia, así que no necesitas ser demasiado rígido.
Obteniendo tu materia prima
Si nos hemos decidido por las esencias aromáticas que se venden en tiendas especializadas, entonces nos ahorraremos este paso. En caso contrario, si nuestro interés es el de realizar las esencias en casa a partir de materias primas, entonces son varios los procedimientos que podemos utilizar para su extracción.
Uno de ellos es la ebullición, lo cual se trata de cocer sobre la estufa con agua nuestra materia prima para que la misma desprenda sus bondades sobre el líquido. Es un procedimiento bastante útil con las flores, las especias y las frutas. Nuestro trabajo será colocar en una olla con agua la materia prima y dejarla a fuego lento por la cantidad de tiempo necesaria para que salgan todas sus propiedades aromáticas.
Una vez que la retiremos del fuego, la colaremos con una gasa o pañal, la dejaremos tomar temperatura ambiente y después la podemos almacenar en un frasco de vidrio de color oscuro. Mientras más tiempo de cocción y reducida quede el agua, más concentrado será su olor; sin embargo, hay que tomar en cuenta que si tomamos este método de elaboración los olores no serán tan intensos.
Otro método útil para perfumes caseros es la maceración, en este caso, colocaremos en frascos de vidrio esterilizados la materia prima, luego llenamos el frasco con el aceite de nuestra preferencia. Si bien los aceites más comunes en este tipo de método son el de oliva y almendras, nos podríamos aventurar a utilizar otro tipo de aceites como el de coco.
Una vez envasado nuestro producto, debemos sellarlo y dejarlo por un tiempo expuesto a fuentes de calor como puede ser el sol (alrededor de 21 días) o sencillamente lo podemos poner diariamente a calentarse en baño de maría por unos 20 o 40 minutos durante una semana. Una vez que nuestro preparado esté listo, procedemos a colar sobre una gasa o pañal y a almacenar en frascos de vidrio oscuro. Este método es ideal para las hierbas (frescas y secas), las cáscaras de fruta y las especias.
Las cáscaras de las frutas también pueden someterse a la técnica del prensado para la obtención de sus propiedades, es un procedimiento que se realiza en frío, lo cual le otorga más fidelidad respecto al fruto fresco. Para ello se colocarán las cáscaras de la fruta elegida entre dos placas de madera o metal forradas en papel de cocina plástico (para que la sustancia no sea absorbida), se debe ejercer presión por 24 horas sobre las mismas, pudiéndose colocar objetos pesados con esa finalidad.
Calculando las medidas y haciendo el perfume
Por regla general (aunque variable), los perfumes llevarán 3 elementos: esencia, disolvente y fijador. Algunas de las esencias del mercado lo traen incluido, sin embargo (en caso contrario), también se vende por separado en las casas de especialidades, o nos podemos valer de sustancias naturales como las resinas y grasas para reemplazar su función.
Como ya hemos indicado, el porcentaje de concentración de la esencia varía entre el 1 y 20 % dependiendo del tipo de producto que deseemos. Para aguas de colonia las proporciones serán esencias 2%, fijador 1 % y 97% de solvente (agua destilada 30% y el resto de porcentaje de alcohol etílico a 96 grados). Las cantidades dependerán de cuánto perfume deseemos hacer. Así, de 100ml el 30% de agua destilada serán 30ml y así sucesivamente.
[su_box title=»Para aguas de colonia» style=»soft» box_color=»#ef0834″ title_color=»#ffffff»]Las proporciones serán: Esencias 2% Fijador 1% Solvente 97%[/su_box]
Las aguas de toilette tendrán proporciones de esencia de hasta 10%, fijador 1% y 89% de solvente (10% de agua destilada y el resto de alcohol etílico a 96 grados). El perfume tendrá proporciones de hasta 20% de esencia, 2% de fijador y 78% de disolvente (5% de agua destilada y el resto de alcohol etílico a 96 grados).
[su_box title=»Para aguas de toilette» style=»soft» box_color=»#ef0834″ title_color=»#ffffff»]Las proporciones serán: Esencias 10% Fijador 1% Solvente 89%[/su_box]
Recuerda que puedes reemplazar el disolvente planteado arriba por vodka, sólo agua destilada o agua común en caso de que desees evitar todo tipo de químicos, aunque los resultados se pueden ver afectados.
Es decir, si deseamos un agua de colonia monolítica de 100 ml, entonces lo que tenemos que hacer es buscar un acorde con unos 4 o 5 ingredientes, por ejemplo bergamota, azahar del naranjo, jazmín y almizcle. Los reunimos poco a poco en un frasco de vidrio estéril, realizando una combinación que nos resulte agradable, pero que no supere los 1,6ml que representan el 80% de los 2 ml que son el 2% de esencia que debe llegar. Los 0,4ml que nos restan los podemos llenar con elementos que le aporten matices a nuestra creación y que sean de nuestra preferencia.
Si deseamos hacer un agua de colonia de desarrollo por fases de 100 ml, entonces las esencias nos ocupan 2ml, de esos dos calcularemos un aproximado de 1ml (50%) para las notas de salida, alrededor de 0,6ml en las notas corazón y 0,4 ml de notas de fondo.
El procedimiento ya entrado en este punto es algo sencillo, ya debemos haber hecho las primeras pruebas de olor sobre olfativas para cerciorarnos de que el acorde nos satisface. Es decir, que si ya tenemos el acorde olfativo que deseamos, solamente debemos reunir en un frasco de vidrio estéril nuestro acorde o acordes olfativos con el fijador y los disolventes (primero el agua y luego el alcohol), batir levemente, introducir una olfativa para verificar que nos agrada, depositar en un frasco de vidrio en donde le almacenaremos y proceder a una prueba sobre la piel.
De cumplir con nuestras expectativas, entonces ya tenemos una fórmula ideal, en caso contrario, se deberán replantear los ingredientes y su concentración en el acorde olfativo, repitiendo el procedimiento hasta que sea necesario.
Consideraciones finales
Como hemos podido observar, hacer un perfume en casa no es nada difícil, pero claramente sí es una tarea de detalle. Pero si de algo estamos seguros es que sinceramente vale la pena, ya que es muy probable que consigas esa fórmula anhelada que buscabas o al menos pases un buen rato, así que anímate y tal vez consigas embotellar tu alma.